domingo, 6 de septiembre de 2009

Esto no es grotesco

Partida de defunción

Almorzó opíparamente.
Comió a la decimonovena hora.
Lo hizo como si hubiera salido deuna huelga de hambre,
durante dos semanas.
En el momento de la cena eracadáver.
Estuvieron acompañándolo
sus dolidos parientes en eldesayuno.
Minutos desesperados los quevivieron,
al ver que el muerto no podíaservirse café con tostada.
Se apresuraron, la mamá y sushermanos,
para mandar a ennegrecer susvestidos.
Acordaron llevar trajes de colormás obscuro
durante ciento ochenta días.
Sólo el padre, con ahogo,
Vistió de luto al instante,
-guardaba el traje de las primerasnupcias
40 años que desafió a la polilla lanaftalina-
y mandó, luego, a dar bola alcalzado.
Este óbito trajo redonda ganancia anuestros rotativos.
Cada diario cobró mil doscientossucres
para avisar el finamiento deAlejandro.
Se indicó que el féretro
debía entrar por la puerta N.* 6 dela necrópolis,
y que no le enviaran ofrendas deflorales.
Aunque se tuvo duda, el dueloresultó numeroso.
Luego, encerraron a Alejandro en sunueva habitación,
y le taparon la puerta.
Usaron, para dicha finalidad,
harto ladrillo y doble capa decemento.
Querían, así los familiares,
evitar que el tahúr reiniciara suvida disoluta.

HugoMayo

(Miguel AugustoEgas)
(Ecuador,1898-1988)

www.danielmontoly.blogspot.com

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