domingo, 30 de mayo de 2010

Soneto universal

El juego de la vida es intenso,


te cansan las promesas de los días

y no te consuela no estar tan tenso

y vivir descansado no deberías.



Explorar lo espiritual e inmenso

cuando de tu rinconcito no te fías

no es coherente, pero si espías

descubrirás el placer de lo denso.



El Cosmos es nuestro hogar generoso,

las estrellas la guía de los ojos

cuando el rumbo fluctúa muy inquieto.



¿Los cometas? Soy alguien estudioso;

de los planetas miro sus antojos;

mientras, sereno, me mantendré quieto.

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