El juego de la vida es intenso,
te cansan las promesas de los días
y no te consuela no estar tan tenso
y vivir descansado no deberías.
Explorar lo espiritual e inmenso
cuando de tu rinconcito no te fías
no es coherente, pero si espías
descubrirás el placer de lo denso.
El Cosmos es nuestro hogar generoso,
las estrellas la guía de los ojos
cuando el rumbo fluctúa muy inquieto.
¿Los cometas? Soy alguien estudioso;
de los planetas miro sus antojos;
mientras, sereno, me mantendré quieto.
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Bello verso, sí señor
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